En lo que va de 2025, 70 víctimas han sido asesinadas por violencia machista y desde 2003 se contabilizan más de 2.094 feminicidios en España. Más de 105.000 casos siguen activos en VioGén, reflejando la magnitud de una violencia estructural que adopta múltiples formas, incluida la violencia vicaria, que exige una protección real y prioritara de la infancia.
Las instituciones revictimizan, invisibilizan o desatienden a quienes sufren estas violencias, mientras las agresiones afectan con mayor dureza a mujeres situadas en intersecciones de vulnerabilidad: migrantes, racializadas, LGTBIQA+, mayores, con discapacidad o en situaciones de dependencia o cuidados.
CGT reclama políticas públicas firmes, recursos suficientes, formación feminista, acompañamiento integral y autonomía real para las supervivientes. Exigimos que se centre el foco en los agresores, no en las víctimas.
La expansión de la violencia machista en redes sociales, mediante acoso, control y humillación digital, pedimos una respuesta colectiva basada en la educación afectivosexual, la prevención y la responsabilidad de las plataformas.
Las violencias patriarcales estan vinculadas con guerras, genocidios y desplazamientos incluido el del pueblo palestino y exigimos el fin de todas las formas de violencia: laboral, sexual, sanitaria, judicial, económica, vicaria e institucional.
El 25N se reivindica como una lucha diaria y CGT mantenemos viva la denuncia de cada feminicidio para que ninguna víctima sea olvidada.
Porque mientras haya una sola persona amenazada, no habra justicia ni libertad.
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