El origen del día: las hermanas Mirabal
Aunque de manera extra oficial, los orígenes de este día se remontan a
1981, cuando militantes y activistas en favor del derecho de la mujer lanzaban
sus protestas ante la violencia de género. El origen: la necesidad de honrar la
memoria de las hermanas Mirabal, tres activistas políticas de la República
Dominicana que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del gobernante
dominicano, Rafael Trujillo (1930-1961).
Acciones de la Asamblea
General de las Naciones Unidas:
En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia
contra la mujer, en la que definió el término violencia contra la
mujer como sigue:
Todo acto de violencia
basado en el género que tiene como resultado posible
o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o
la prohibición arbitraria de la libertad, ya
sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada.
En
dicha asamblea, se reconoció que era necesaria «una clara declaración de los
derechos que se deben aplicar para asegurar la eliminación de toda violencia
contra la mujer en todas sus formas, y un compromiso de los Estados y de la
comunidad internacional en general para eliminar la violencia contra la mujer».
El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de
la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La ONU invitó a gobiernos, organizaciones
internacionales y organizaciones
no gubernamentales a organizar actividades dirigidas a sensibilizar al
público respecto del problema en este día como una celebración internacional.
En
octubre del 2006, se presentó el Estudio a fondo sobre todas las formas de violencia
contra la mujer, que demuestra que existen obligaciones concretas de los
Estados para prevenir la violencia, para tratar sus causas (la desigualdad histórica y la discriminación generalizada), así como para investigar,
enjuiciar y castigar a los agresores.
Por qué debemos eliminar la
violencia contra la mujer
La
violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos
humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las
que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los
perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las
víctimas.
En
forma general, la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica
e incluye:
- violencia
por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico,
violación conyugal, femicidio);
- violencia
sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales
no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso
callejero, acoso cibernético);
- trata
de seres humanos (esclavitud, explotación sexual);
- mutilación
genital, y
- matrimonio
infantil.
Datos alarmantes
· En todo
el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual,
principalmente por parte de un compañero sentimental.
· Solo el
52% de las mujeres casadas o que viven en pareja decide libremente sobre las
relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos y su salud sexual.
· Casi 750
millones de mujeres y niñas que viven hoy en día se casaron antes de cumplir 18
años, mientras que al menos 200 millones de ellas se han visto sometidas a la
mutilación genital femenina.
· Una de
cada 2 de mujeres asesinadas en 2017 fue asesinada por su compañero sentimental
o un miembro de su familia. En el caso de los hombres, estas circunstancias
únicamente se dieron en uno de cada 20 hombres asesinados.
· El 71% de
las víctimas de la trata en todo el mundo son mujeres y niñas, y 3 de cada 4 de
ellas son utilizadas para la explotación sexual.
La violencia contra la mujer es una causa de
muerte e incapacidad entre las mujeres en edad reproductiva tan grave como el
cáncer y es una causa de mala salud mayor que los accidentes de tráfico y la
malaria combinados.
La situación se agrava con el
confinamiento.
Sin poner en duda la necesidad del confinamiento para la
contención del virus y la protección de la colectividad frente al COVID-19, es
evidente que la reclusión sufrida por la sociedad, incrementó la vulnerabilidad
de las mujeres víctimas de la violencia de género en el hogar y de los niños y
niñas.
La vulnerabilidad de las mujeres sometidas a violencia en
el ámbito conyugal o de pareja se agrava en situaciones como la vivida durante
la pandemia por múltiples razones entre las que destaca la imposibilidad de
acceder durante el confinamiento a sus redes sociales habituales y a sus
fuentes de apoyo social, así como a los servicios de salud y otros servicios de
asistencia. También influyen otros factores tales como la perdida de trabajo e
ingresos económicos que obliga a las mujeres a aguantar, a no abandonar esas
relaciones abusivas, a no denunciar.
El lema planteado por la ONU para
este año 2020 es:
"Pinta el mundo de
naranja: Generación igualdad se opone a la violación".
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